jueves, 24 de julio de 2014

No dejemos que muera la Religión en la Escuela Pública Canaria

El profesorado de religión ha hecho llegar esta carta al Sr. Presidente del Gobierno de Canarias y al Sr. Consejero de Educación del Gobierno de Canarias en respuesta al comunicado que ha realizado la Viceconsejería de Educación.  

El/la abajo firmante, profesor/a de Religión de la escuela pública en Canarias, ante el comunicado que ha realizado la Viceconsejera de Educación a los Centros en el que se adelanta la distribución de la carga horaria en las diferentes áreas curriculares de cara a la implantación de la LOMCE, quiero hacerle llegar las siguientes consideraciones:
Primera: Soy profesional de la educación con la titulación exigida por la legislación y una constante actualización pedagógico-didáctica acorde al modelo que la Consejería de Educación está implementado en la actualidad
Segunda: Mi compromiso docente ha ido siempre más allá del mero cumplimiento de una jornada de trabajo y el cobro de un salario.
Tercero: Mi labor docente es evaluada cada curso escolar por los padres y madres del alumnado, quienes siguen optando (según el derecho constitucional que les avala) por la educación religiosa en más de un 85%.
Cuarto: Considero que la decisión de establecer una carga lectiva de 45 minutos a la semana para el área de Religión es:
a) Una burla a los padres/madres que libre y democráticamente han decidió que sus hijos e hijas sean educados según sus convicciones morales y religiosas.
b) Un insulto a mi labor docente (dejando la asignatura con una presencia meramente simbólica y sin posibilidad de realizar la tarea pedagógica que me corresponde).
c) Una violación a mis derechos como trabajador/a y los de mi familia al reducir drásticamente mi horario laboral.
d) Un incumplimiento de los acuerdos internacionales del Estado Español con la Iglesia Católica, al reducir la carga lectiva a la mínima expresión posible.
Considero que las razones que han llevado a tomar estas medidas son puramente ideológicas no existiendo ninguna otra razón de carácter organizativo, ni mucho menos desde el punto de vista pedagógico-didáctico que lo justifique.
Espero de usted, como gestor público, elegido por el pueblo y para el pueblo, siendo este legítimamente diverso en sus creencias y convicciones,  RECONSIDERE EL TRATO VEJATORIO que se proyecta dar a la asignatura de Religión con la implantación de la LOMCE, y RESTABLEZCA, como mínimo, la carga horaria que tiene en la actualidad (90 minutos semanales para cada curso en las Etapas de Infantil y Primaria).

Considero que todo lo anterior justifica mi posicionamiento ante de este Gobierno Autónomo en la persona de su Presidente y de la Consejería de Educación, que tanto ha criticado la LOMCE y, ahora, no duda en aplicar unas medidas que no son propias de quien se proclama garante de la Enseñanza Pública en Canarias.

martes, 8 de julio de 2014

¡¡Pide al Ministerio que rectifique su política contra la asignatura de Religión!! ...



El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha publicado en su página web el Proyecto de Real Decreto que establece el currículo básico de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato. Cuando se apruebe, el Real Decreto se sumará a otros, como la Educación Primaria y la Formación Profesional Básica, que desarrollan la implantación de la LOMCE.



Hasta el 21 de julio es el plazo de información pública de este Proyecto de Real Decreto, abierto a sugerencias. 

Se ha iniciado una campaña a nivel de todas las CCAA por eso, al igual que hace unas semanas os pedíamos enviar cartas al ministerio de apoyo genérico a la asignatura de Religión, este vez os pedimos que enviéis el texto que os adjuntamos a la dirección de correo calidadeducacion@mecd.es 

"Pido al Ministerio de Educación Cultura y Deporte y al resto de Administraciones que rectifiquen la política contra la asignatura de Religión que, además, rebaja su papel formativo y pedagógico en la formación de los alumnos, precisamente en un momento en el que debería insistirse más en la formación humanística y en valores. Exijo, pues, que el desarrollo de los Reales Decretos no menosprecie el trabajo de este profesorado y complique todavía más su ya de por sí precaria situación laboral. Y exijo también que se respete y valore la elección democrática que hacen las familias,  quienes siguen eligiendo de manera voluntaria la asignatura de Religión para sus hijos e hijas bajo el derecho constitucional que todas las Administraciones deben garantizar y potenciar y no reducir a la mínima expresión. Entiendo que esta asignatura debe ofertarse en todas las etapas educativas con al menos dos sesiones semanales".

Os sugerimos mandar esta nota a todos vuestros contactos para que también la envíen.

viernes, 4 de julio de 2014

Carta del Arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo Pelegrina...


 Queridos hermanos y hermanas:

En las próximas semanas, muchos de vosotros tendréis que reservar plaza en los colegios públicos o privados para vuestros hijos de cara al próximo curso escolar y, en el caso de la escuela pública, se os preguntará si deseáis que vuestros hijos asistan a la clase de religión y moral católicas. Es éste un derecho fundamental que os garantiza la Constitución Española y los Acuerdos suscritos entre la Santa Sede y el Estado español. No se trata, pues, de un privilegio que se concede a los católicos, ni de una concesión graciosa del Estado. Como reconoce nuestra Carta magna, los padres tienen el derecho inalienable de elegir el tipo de educación que desean para sus hijos, sobre todo en el plano moral y religioso, derecho que los poderes públicos no pueden ni limitar ni suprimir sin incurrir en una arbitrariedad injustificable en un Estado democrático.
Los padres y los alumnos tienen derecho a que la enseñanza religiosa escolar se imparta en condiciones análogas a las de las demás áreas, sin introducir limitaciones, recortes horarios o trabas que discriminan la impartición de esta enseñanza, que en ocasiones dan la impresión de querer asfixiarla, presentándola como si fuera una materia marginal y un peso añadido a la carga curricular. A pesar de todo, según datos recientes hechos públicos por la Conferencia Episcopal Española, tres de cada cuatro alumnos de la enseñanza pública optan por la clase de religión porque, gracias a Dios, siguen siendo muchos los padres que entienden que la formación religiosa y moral forma parte de la educación integral de sus hijos. En efecto, como reza la campaña lanzada en este año por la Conferencia Episcopal Española, Jesucristo es fuente y fundamento de virtudes y valores.
No faltan quienes opinan que la escuela no es el lugar propio de la formación religiosa, que pertenece más bien al ámbito familiar o a la catequesis que ha de impartirse en la parroquia. Es la postura de quienes desearían que la religión fuera desalojada de la escuela pública. La familia y la parroquia tiene ciertamente un puesto insustituible en la educación cristiana de nuestros niños y jóvenes, como lo debe tener también la escuela si quiere educar integralmente a las nuevas generaciones. A veces, incluso en ambientes eclesiales, se aduce como razón fundamental para ello, que sin un conocimiento riguroso del cristianismo y del Evangelio es imposible comprender nuestra historia, nuestra cultura, las manifestaciones artísticas, la pintura, la escultura, la literatura o la música, nacidas al calor de la fe. Es una razón válida, pero no la única, ni la más importante.
La formación religiosa escolar proporciona a los alumnos el conocimiento de la verdad revelada sobre Dios, responde a las preguntas fundamentales sobre el sentido de la vida, nuestro origen y el destino eterno y trascendente del hombre, ofreciendo razones sólidas para vivir, luchar y sufrir. La formación religiosa ofrece al alumno principios y criterios morales seguros de comportamiento para con Dios y para con el prójimo, tanto en el plano personal como social, en aspectos tan decisivos como la convivencia, el respeto, la justicia, la entrega a los demás, el sacrificio, la fraternidad y el servicio, de forma que bien podemos decir que la educación religiosa escolar encierra un evidente valor social, pues ayuda a formar buenos ciudadanos, aspecto éste que nuestras autoridades deberían valorar como se merece.  
En el momento actual, cuando nuestra sociedad mira con preocupación la pérdida de valores morales y sociales de una parte de nuestra juventud, entre la que con demasiada frecuencia surgen brotes de violencia, cuando no de delincuencia que están en la mente de todos, es más urgente que nunca ofrecer a nuestros niños y jóvenes una sólida educación en los valores religiosos y morales. Esto es lo que puede ofrecer la enseñanza religiosa en la escuela, dentro del horario escolar y con la metodología propia de la enseñanza académica.
Con todo, lo más importante que la asignatura de religión puede brindar a los alumnos es el encuentro con Cristo, camino, verdad y vida de los hombres y única esperanza para el mundo, el único que puede dar respuesta a las ansias infinitas de felicidad que bullen en los corazones de nuestros adolescentes y jóvenes.
Por todo ello, invito a los padres católicos de nuestra Archidiócesis a matricular a sus hijos en la clase de religión, pues una buena formación religiosa y moral es la mejor herencia que pueden dejarles. Mi invitación se extiende a los jóvenes que cursan bachillerato y que están en situación de optar por sí mismos. Invito por último a los profesores a tomarse muy en serio la responsabilidad que les encomienda la Iglesia. A todos ellos manifiesto mi afecto, aprecio y gratitud por la tarea que realizan, a veces en medio de grandes dificultades que tengo que calificar como injustas y, a veces, hasta ilegales.
Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
Fuente:  http://www.odisur.es/diocesis/sevilla/documentos/item/23181-elegid-clase-de-religi%C3%B3n-para-vuestros-hijos.html