Artículo
escrito por nuestro compañero Domingo A. Morales Márquez, profesor de Religión
Católica en el IES Ramón Menéndez Pidal donde se presenta de una manera muy
sencilla la clara realidad de la nueva situación de humillación laboral
que estamos sufriendo el profesorado de Religión Católica de Infantil y
Primaria, en todo el estado español y, más en concreto, en nuestra comunidad
autónoma de Canarias.
Es
de justicia que la sociedad canaria esté al tanto de los desmanes ideológicos y
políticos que se suceden en nuestras islas y en toda España, en momentos
concretos de la historia de este colectivo de profesores y profesoras, padres y
madres de familia, trabajadores de la escuela pública canaria, aunque
contratados por el Ministerio de Educación de España, por esas cosas no
entendibles de que el Gobierno de Canarias tenga asumidas las transferencias
totales en educación y, sin embargo, no han querido asumir a los casi 800
profesores de Religión Católica de Infantil y Primaria que todavía siguen
perteneciendo al MEC.
Hay
tanta mala información, y falsa y tergiversada, sobre la realidad laboral del
profesorado de Religión Católica, que cada vez que hablamos de este tema,
tenemos que volver a explicarle a las personas con las que dialogamos lo mismo,
y desvelar la falsedad de las informaciones que algunos sindicatos, partidos
políticos, colectivos y asociaciones contrarios a la Religión en la escuela
pública, deciden que es la verdad.
Pues,
si hay que explicarlo mil veces así lo haremos, y vamos por partes:
1º)
Que el profesorado de Religión Católica está nombrado y contratado en Infantil
y Primaria por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de
España, con el carácter de personal laboral indefinido, sin derecho a paro ni a
indemnización, según se desprende de la lectura de su contrato. Es propuesto
por el Obispado, en este caso concreto, de Canarias para la provincia de Las
Palmas, (y en la provincia de Tenerife, por el Obispado de san Cristóbal de La
Laguna), así como en el resto de España, según su provincia eclesiástica. Esta
propuesta puede ser denegada por el Ministerio de Educación o por las
consejerías de Educación de las comunidades que tengan asumidas a este
profesorado. Recordemos que Canarias no las tiene asumidas dentro de sus
competencias.
2º)
Que el profesorado de Religión Católica cobra su salario según el número de
horas de clases o sesiones tenga con el alumnado. Es decir, si hasta ahora eran
dos sesiones semanales (reducidas a 45’ minutos cada una), para que un
trabajador cobrara el 100 por 100 de su salario tendría que dar clases a 12
grupos, desde infantil hasta sexto curso de primaria. Aún así, tendría que
realizar más guardias de recreo que otros docentes para cobrar la totalidad de
su sueldo, porque el recreo también se utiliza como moneda de cambio para ello.
No se les aplica ningún tipo de descuento horario por desplazamientos a otros
centros si tienen que completar su horario en uno o dos o más colegios. Para su
conocimiento, hay docentes que comparten hasta en cinco (5) centros diferentes
la jornada semanal para cubrir el horario completo.
3º)
Que este profesorado, tiene como requisitos para poder impartir la asignatura
de Religión Católica, (recordemos que también existen otros docentes de otras
religiones) estar en posesión del título de Maestro de Infantil y Primaria o el
equivalente al grado de Infantil o grado de Primaria, una titulación teológica
y pedagógica (antes DEI, declaración eclesiástica de idoneidad, y ahora, DECA,
declaración eclesiástica de competencia académica), cuya duración no baja de
varios cursos de formación. Aparte de ello, se supone que es una persona
creyente, sin situaciones conflictivas ni problemas mentales, al igual que se
pide para cualquier puesto de docente en el estado español.
4º)
Una vez, el estado español, y su gobierno, determinaron que el profesorado de
Religión Católica, tanto de Infantil -Primaria como de Secundaria, tenía un contrato
indefinido con el MEC o con las Consejerías de Educación respectivas, los
Obispados tendrían que ajustarse al derecho laboral cada vez que tenían que
quitar la "misio canónica" a cualquier profesor. ¿Qué eso de la misio
canónica? Es el permiso que da el Obispo de cada Diócesis u Obispado, a cada
profesor o profesora de Religión Católica para poder ser enviado a la escuela
como representante de la Iglesia. Es decir, el docente que está en el aula con
niños o adolescentes explicando la asignatura de Religión Católica representa
al Obispo, que no puede estar a esa hora en cada colegio o instituto, y por
ello, como representa al Obispo en su labor educadora cristiana, su vida debe
ser ejemplo de lo que enseña, tanto a nivel intelectual como a nivel moral y de
fe.
5º)
Desde muchos colectivos de docentes y de intelectuales, somos vistos, no como
docentes en sí, sino como "catequistas" de una Iglesia que impone su
poder en la escuela, y bla, bla, bla… Hay que contestar que desde el año 1979,
firma del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede (el Estado Vaticano),
se deja muy claro en los documentos que hay que separar lo qué es un docente de
Religión Católica en la escuela pública, y lo qué es un o una catequista que es
un formador dentro de las parroquias para los católicos. Los profesores y
profesoras de Religión católica en la escuela pública no hacemos catequesis,
sino que utilizamos los mismos ingredientes, metodología y procedimientos que
otros docentes de cualquier asignatura. Incluso, el mismo profesorado de
Religión católica, que ahora es personal laboral, posteriormente pasa por unas
oposiciones igual que cualquier hijo de vecino, y las aprueba y se convierte en
funcionario, va a utilizar lo mismito que utilizaba antes. Me aclaro: hoy día nos
exigen que utilicemos una metodología activa, participativa, con herramientas
tecnológicas como los ordenadores, la pizarra digital, el aprendizaje
cooperativo, etc., igual que en otras asignaturas. Por supuesto, nosotros
explicamos la cultura cristiana, explícitamente, diciéndole al niño que el 25
de diciembre es navidad, y cuando crezca y esté en secundaria, que ese día
proviene de una fiesta pagana dedicada al dios Sol de los romanos. Y hablamos
de Jesucristo, y de lo que hizo, y de lo que está escrito en la Biblia, en los
evangelios, y de amarnos unos a otros, y de los valores de solidaridad, y de
ayudar y compartir con los otros. Y ponemos a nuestra disposición no solo
nuestro tiempo sino, muchas veces, hasta nuestro dinero, como algunos otros
profesores (docentes) que también lo hacen. Y también nos aplican las normas de
los colegios como a todo docente, y las horas de tarde para atender a reuniones
pedagógicas y las familias de nuestro alumnado.
6º)
Por supuesto, que como humanos también nos equivocamos. Salen noticias
escalofriantes de docentes, ya de Religión o de otras asignaturas, que son
malos profesores, y que cometen fallos, algunas veces afectan al alumnado,
otras veces a sus familias, otras a compañeros, y, otras, a sí mismos. Digo
esto, porque dar clase de Religión no es un privilegio, como dicen algunos por
ahí. No es algo que nos lo haya regalado. No por estar en una lista del
Obispado, entramos a dar clases de religión. Hace falta mucho más.
En
Primaria, y en Secundaria, no es de extrañar encontrar a docentes con varios
títulos universitarios, con másteres (el inglés "máster" suena mejor,
pero hay que escribirlo en castellano), o con varias habilitaciones para dar
clases de distintas asignaturas. Pero eso no nos hace infalibles. También
estamos expuestos al estrés del trabajo, a no llegar a todo, a correr de una
clase a otra para que el tutor o tutora vaya a otro curso, a esperar a las
familias a la salida del cole,… No hace mucho, yo mismo tuve una situación de
conflicto con un alumno de secundaria. Es tanta la presión con la que actuamos
los docentes, de cualquier asignatura, que en más de una ocasión "tirarías
a un alumno/a por la ventana", hablando mal y pronto, aunque por tu
condición de adulto nunca lo harías. El día que a una profesora le dieron un
golpe con un codazo en la cara, de forma fortuita, dentro de una clase, estuvo
media hora en el suelo sin que nadie supiera que hacer… Ese es el privilegio
del que hablan algunas personas: nos dicen que cobramos un buen sueldo (igual que
cualquier interino de Primaria o de Secundaria), que entramos porque estamos en
una lista sin oposición (igual que cualquier personal laboral de cualquier
ministerio o consejería del gobierno autónomo, cabildos o ayuntamientos), que
tenemos las tardes libres y los fines de semana (igual que cualquier docente).
Este es nuestro privilegio, poder dar clases a niños y niñas desde los tres
años, hasta que van a la universidad, si es que las familias deciden elegir la
asignatura de Religión Católica cada año y en sus matrículas. Es la asignatura
más democrática del sistema educativo español.
7º)
Sigo en este sentido. Es una asignatura que ha pasado de ser obligatoria en el
franquismo, a pasar a ser elegida desde que en la Constitución Española de 1978
se planteó como un derecho reconocido en el artículo 27, por el que las
familias decidirían para sus hijos la educación moral y religiosa que quisieran
en la escuela pública. Cada año pasamos el referéndum de nuestro alumnado que
decide unas veces estar en Religión y otras veces, estar en la asignatura
alternativa, llámese ésta como se llame, incluso no teniendo nota. La
asignatura de Religión tiene una estructura curricular como las otras
asignaturas. Tiene criterios de evaluación por cursos o por ciclos (y ahora estándares
evaluables de aprendizaje) que son los que se utilizan para evaluar al
alumnado, unos contenidos y unos objetivos como otra más de las asignaturas del
sistema educativo. Las exigencias son las mismas, por lo que realizamos lo
mismo que cualquier otro docente. Además, el profesorado de Religión tiene una
relación de formación y de cooperación con el resto del colectivo de profesores
de su asignatura: se reúne una vez al mes en grupo de profesores por zonas
estipuladas de centros más cercanos; tiene una formación pedagógica y teológica
a lo largo del curso escolar desde la Delegación de Enseñanza del Obispado;
realiza cursos de innovación pedagógica y en nuevas tecnologías a través de los
CEP’s (centros del profesorado); conformamos grupos de trabajos y de formación
en nuestros centros educativos como el resto del claustro de profesores; y
también, formamos seminarios permanentes de formación e innovación pedagógica
en los Centros de profesores para seguir profundizando en nuestra tarea
educadora, incluso con el famoso ProIdeac de la Consejería de Educación
(rúbricas, situaciones de aprendizaje, etc.).
8º)
Hace dos años, la Consejería de Educación de Canarias, se inventó un
procedimiento de acoso al profesorado de religión de Primaria, exigiéndoles la
presentación de su contrato de trabajo a los directores/as de los centros, para
poder seguir trabajando en los colegios. Esta situación, que está en contra del
derecho del trabajador y su derecho a la intimidad, pues la Consejería no es la
parte contratante del profesorado de religión en Primaria, y por tanto, dado
que a ella le comunican por otros medios quién es el profesorado y su horario
lectivo, no puede exigir algo que la ley no le otorgue.
Esto
supuso el conflicto entre el profesorado y los directores de los centros, o con
otros compañeros/as que no entendían lo que pasaba. Todo esto con el
tratamiento inadecuado que se le debe dar a unas personas, docentes como otros,
que por ser de religión los apartaban durante horas en las salas de profesores,
o le quitaban 10 minutos de cada clase porque no podían estar más de 45
minutos, o porque no podían darles clases a niños que no tuviesen religión.
Pero sí nos pedían que sustituyéramos a otros docentes cuando hacía falta antes
de todo este lío, o se nos decía que organizásemos las fiestas de navidad, o la
biblioteca, o actividades con las familias, etc.
Por
último, y ya extensamente agradecido si es que has llegado hasta aquí, la
situación a día de hoy es que la LOMCE, ley del gobierno del PP, y de su ministro
Wert, se va a aplicar en Canarias, donde dicen que está en su contra el
gobierno bipartito de CC-PSOE, desde el próximo curso a todos los niveles de
primaria SOLO para la asignatura de Religión Católica. Me explico. Wert ha
decidido que en Ceuta y Melilla, donde no tienen las transferencias de
educación, se reduzca las dos sesiones actuales de Religión a una sola sesión
de 45 minutos. Al hacer esto la Consejería de Educación de Canarias, provoca
que 180 o más docentes de Religión se vayan a la calle sin derecho a paro ni
indemnización. Están contratados por el Ministerio de Educación, con seguridad
social, pero en sus contratos no ponen la cláusula que especifica lo que se
cobraría en caso de despido o término del contrato. Así pues, como el
profesorado de Religión cobra según las horas que trabaja y le reducen a la
mitad su horario lectivo, pasaría a cobrar la mitad del sueldo. Pero como
quedarían muchos profesores con sueldo partido, el conjunto de profesores ha
hecho sumas y restas, y le salen las cuentas: quedaría reducido el número del
profesorado más o menos a la mitad, teniendo cada docente que ir a dar clase a
dos o más colegios para poder completar un sueldo digno.
Eso
sin contar las familias de estos docentes que están viendo que con la crisis, la
edad, y las posibilidades de encontrar trabajo hoy día, es posible que nos
veamos haciendo cola a las puertas de las Cáritas parroquiales para poder
comer, porque también somos familias con hijos, con hipotecas, con cargas
familiares, con maridos o esposas al paro, o con otros tipos de problemas,
igual que cualquier hijo de vecino.
Lo
único que pedimos es DIGNIDAD. Si el Gobierno de Canarias no da marcha atrás en
este proceso de humillación al que está sometiendo desde hace muchos años a los
docentes de Religión de Primaria y Secundaria, la asignatura de Religión, pero
sobre todo, su profesorado, quedará a merced de la más pura aberración
pedagógica, que es colocar una asignatura al borde de la desaparición, y a su
profesorado al borde de la extinción personal y familiar.
No
es victimismo, es pensamiento claro y alto. Hoy es el momento de actuar. Hoy
han comenzado por el colectivo de Religión Católica en Primaria, mañana lo será
a los de Secundaria , y no mucho más les tocará a otros colectivos ya anunciados:
profesorado de música, de plástica, de tecnología, etc. En algunos momentos,
estos colectivos han contado con mi ayuda y la de muchos otros profesores de
Religión. Ahora les pedimos también su ayuda, algunos nos han dicho que sí,
pero otros, escudándose en la ideología de "Religión no", hacen
madera del árbol caído. Espero que haya una pronta solución. Contamos con
muchas personas que se solidarizan con nosotros, pero necesitamos dejar atrás,
ahora más que nunca, las cuestiones ideológicas del sí o no a la religión en la
escuela pública, y defender el trabajo, la dignidad y la profesionalidad de
unos docentes que lo han dejado todo por la escuela pública y que ahora
necesitan nuestro apoyo.
RELIGIÓN EN LA ESCUELA SÍ, PERO CON
DIGNIDAD. NO A LA LOMCE. POR UN HORARIO DIGNO.